Descripción
Café con base de chocolate, notas lácticas y de fruta amarilla; es dulce, con cuerpo y
acidez media/baja.
Don Luis Ricardo Chincilla pertenece a una de las familias fundadoras de café de la zona, por lo que toda su vida se ha encontrado marcada por el amor hacía este cultivo. Desde muy joven, en compañía de su padre, se ha encontrado trabajando en la Finca Rosalía, en el distrito de Purral.
Las condiciones productivas iniciales no fueron las mejores, pues solamente se tenía el conocimiento empírico y el cafetal tenía sembrado diferentes variedades de café, además de que no se tenía un control estricto de las plagas que lo afectaban. Fue en 1975 cuando don Luis Ricardo recibe como legado familiar La Finca, que para entonces media tres hectáreas.
Ya marcado por la experiencia y el conocimiento adquirido atreves de los años en la materia del cultivo, en 1986, a don Luis Ricardo, se le presenta la opción de expandir la finca, pues uno de sus familiares le ofertó vender la parte contigua (Finca Los Cuadros), pero esta se encontraba destinada a la ganadería; sin pensarlo don Luis Ricardo, destina sus ahorros para comprar el terreno y prepararlo para hacer crecer la cosecha (Finca Los Cuadros).
Es con esta compra que la Finca Rosalía junto con la Finca Los Cuadros se fusiona y son cultivadas en su totalidad con café. Las plagas han ido aumentando su resistencia, es por ello que hoy en día, los microlotes se encuentran sembrados con varietales resistentes como: Obatá, Costa Rica 95 y San Isidro.
Todo el trabajo realizado en la finca no solo ha sido obra de don Luis Ricardo, pues los recolectores de café también han tenido una responsabilidad muy grande al cumplir con todas las instrucciones y parámetros otorgadas para entregar un excelente producto. Es importante mencionar que la cosecha en su apogeo da trabajo aproximadamente a 50 familias de la zona, e inclusive muchas otras migran desde Nicaragua y otras zonas alejadas del país para unirse a la recolecta. Esta reseña histórica se encuentra marcada de un amor inigualable por mantener un legado familiar, y por resguardar una tradición costarricense.